Son cuentos.
No pretenden explicarlo todo ni que el cuento se explique por si mismo. Simplemente reflejan situaciones propias del desarrollo a estas edades (en torno a la educación primaria): la curiosidad por saber, el descubrimiento de la homosexualidad, la masculinidad y la feminidad, los distintos modelos de belleza…
Tratan de contar una historia, de despertar la imaginación y que niñas y niños se identifiquen con los personajes, que se reconozcan y que los sientan próximos.
No pretenden hacer ciencia, ni ofrecer modelos a imitar, tan solo que sirvan para “darse cuenta”, ponerse en el lugar del otro, manejar situaciones o resolver conflictos. Para dialogar sobre ello.