Narra la inspiradora vida de Christy Brown, un escritor irlandés aquejado de parálisis cerebral, cuya tenacidad echó por tierra todas las barreras que impedían su integración en la sociedad. Un conmovedor ejemplo de superación y lucha por conseguir las metas.
La parálisis cerebral no afecta a la inteligencia; al contrario, se vuelve un detonante para que el protagonista y su madre logren gradualmente la aceptación de los demás. Con su pie izquierdo Christy escribe su autobiografía —el guión de la película es elaborado a partir de ella— y logra una destacada técnica para pintar.
Christy no es ningún santo, es tan enojón como cualquiera y la historia de su vida —sin rebajarse a sentimentalismos empalagosos— está llena de momentos agridulces debido a la discriminación que padece. Al reconocer las habilidades del pie, su madre lo estimuló para que las siguiera desarrollando.
Con ello, además de romper paradigmas sobre formas rígidas de rehabilitación, abrió un ancho horizonte de desarrollo para el joven artista.