Cuando hablamos de violencia machista, no hay una única víctima, la mujer, también las niñas y los niños son víctimas de la violencia de género. La exposición a esta violencia tiene un impacto negativo evidente en su vida, bienestar y desarrollo. Vivir en una familia donde la madre es maltratada significa la exposición a situaciones de opresión y control y a un modelo de relación basado en el abuso de poder y la desigualdad.
Es importante conocer las consecuencias que la exposición a la violencia de género tiene sobre los y las menores, quienes pueden llegar a padecer problemas físicos, trastornos psicológicos, problemas de conducta y dificultades cognitivas, entre otros y, especialmente, poder detectar precozmente los posibles casos de violencia para poder intervenir.