Con el yoga, los niños aprenden a relajarse, y a su vez les ayuda a desarrollar su capacidad de atención, memoria y concentración, porque esta técnica milenaria, aporta numerosos beneficios como la adquisición de buenos hábitos posturales, canaliza la energía, y potencia la autoestima.
Una combinación acertada de música y yoga puede ser la clave perfecta para relajar a grandes y pequeños.