Este libro no nos habla pues de casas grandes o pequeñas, de edificios blancos o azules, de casas de campo o de cuidad, sino que nos enseña que hay casas con su propia alma. Así, podemos encontrar, por ejemplo, casas pequeñas de corazón grande, casas abandonadas que aún sostienen un latido, casas que se llenan de color u otras que están apagadas de emoción.
Es éste un álbum magnífico para disfrutar y deleitarse con unas ilustraciones cargadas de pequeños detalles, que nos permitirán pasar largos ratos buscando, junto a los niños y niñas, los detalles que esconden cada una de estas fabulosas casas.