Es una historia (1) de rebeldes con causa, donde la batalla no consiste en salvar al mundo (2) sino lograr integrar a cada alumno, en solucionar problemas como la factura de la luz, los abusos contra un pequeño por parte de sus familiares...
Rodada cámara al hombro, con un estilo casi documental
Lefebre (3) en su quehacer diario, lanzando una crítica feroz sobre la deshumanización del sistema, sobre la pérdida de la dignidad de la vida (4) en todas sus circunstancias. Y Tavernier (5) lo hace sin grandísimos discursos, sólo a base de arrancar bocados, trozos de realidad.