Una sociedad que no reconoce a todos las personas por igual y que falla en ofrecer oportunidades a las personas, en este caso con discapacidad, es una sociedad mutilada, sin sensibilidad y que necesita retroceder a los valores más básicos de solidaridad y compromiso.
En el presente texto se señala la discapacidad como una oportunidad, se redescubren sus orígenes, sus interpretaciones; hasta la definición actual que nos abre nuevas puertas. Pero aún más importante es que se reconoce a la discapacidad como pieza integral de la sociedad, donde todos hacemos parte y en la que podemos poner nuestras ideas para hacerla mejor.
En las páginas siguientes encontrarán la oportunidad de acercarse a todas las posibilidades que ofrece la enseñanza y el conocimiento de la discapacidad: un universo amplio que permite aprender sobre la diversidad y la diferencia sin caer en la discriminación.