La “Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020”, menciona entre sus objetivos la importancia de derivar acciones encaminadas a la movilidad sostenible, saludable y segura siempre y en favor de la prevención de los accidentes y sus consecuencias.
Los niños no están ajenos a esta realidad, y por todo esto, es básico y esencial el destacar la defensa y protección de ellos en todos los contextos. En relación a su movilidad, sus necesidades viales, características psicofísicas y evolutivas les hacen ser sujetos vulnerables a sufrir accidentes de tráfico.
Para intentar evitarlo, es necesario el establecer todo tipo de medidas preventivas, entre las cuales se encuentra la “educación vial como una educación en valores”, generadora de hábitos y comportamientos seguros en los niños desde las primeras edades y a través de todos los agentes educadores implicados: padres, profesores, tutores, policías,..
