
En los últimos tiempos hemos avanzado terriblemente en cuestiones tecnológicas, médicas ... pero humanamente estamos dando zancadas hacia atrás, hacemos cosas con los niños que son inadmisibles entre los adultos: pegarles, gritarles, humillarles, ignorar su llanto, forzarles a comer ... cuando deberíamos, sencillamente, pararnos a escuchar nuestros instintos y los dictados de nuestro corazón, además de darles el respeto que, como personas, también se merecen.